(Too drunk to fuck)
De vuelta de vacaciones fuimos al cumpleaños de quién me había culiado antes de irme. No habría ido pero no tenía nada mejor que hacer, en volá me salía culión, pobre pero igual y mi amiga #V (que es amiga de el weón "piola") se había peleado con su pololo así que la apañé.
Llegamos y había un grupo de mashos notanrecios en el patio conversando, era su grupito de amigos del liceo
Ahí estaba yo, con mis calzones de encaje muy lejos del lugar para el que fueron creados, el amanecer en el cielo, que era lo que podía ver detrás de la cabellera del ChicoPuc y él tratando de meterla. Besaba tan bien, ¿cómo iba a saber que culiaba tan mal?, o si a eso se le llama culiar. Me agarró las piernas enterrándome las uñas de guitarrista amateur, grité. Me agarró las pechugas con la misma fuerza y uñas, grité. Al tercer moviemiento lo saqué de encima y me fui de ahí. Me acosté con washitorico en el sillón haciendo cucharita y varias otras posiciones, nos toquetamos pero sin besitos porque se da colorsh.
Estábamos en eso cuando sale el personaje más bizarro de la noche diciendo:
-No me la pude culiar.
-Pero, ¿cómo? si te vimos puntéadola.
-No pude. Estaba tan ebrio que no sabía si me estaba punteando la parrilla en cuatro a la X.
Recogí mis cosas, a mi amiga, la que me cuenta que el weón piola se la quiso comer (he ahí la madre del cordero) y lo que me quedaba de digndad. Salí de ahí con la peor caña moral de la historia.
Un placer, M.
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