martes, 3 de mayo de 2016

Prólogo

(BigBang y el amor de mi vida.)


Quizá si debo contar su historia debería partir de cuando nos presentaron a los hermanitos, o de cuando me comí a quién aún si veo me abalanzo a hacerle un koala, o quizá de cuando volví en busca de este amor adolescente y me encontré con un amor más adulto, pero partiré por la pérdida.

La pérdida de la virginidad, el desfloramiento, pisar el palito o verle el ojo a la papa, como quieras.



Yo lo amaba. No, yo estaba enamorada. No, yo lo quería. No, nada de eso, pero sabía que eso iba a pasar y la calentura era más grande que todo lo que me había prometido años antes, en los que decía que sólo tendría "mi primera vez" (quecursisuenatodo) cuando estuviera enamorada porque ya había perdido mi primer beso (ymanoseos) con alguien que no me gustaba. También siempre decía que sólo importaba la primera, la segunda y las siguientes daban lo mismo con quién/dónde/cómo/etc. Desde chica sabía que iba a maraquear.

(Prometo que esto será más corto de lo que se merece, por eso aparecerá de nuevo)

Había ido a la ginecóloga para que me diera pastillas porque ya estaba con fiebre uterina y seré caliente, pero no weona. Ella me dio pastillas y por mientras también condones, millones de ellos, los cuales terminé usando TODOS. Fuimos a acampar por nuestro mesversario (sí, celebraraba esas cosas) y llevé los condones "porsiacaso" (nadietecree). En la carpa, era ya de tarde, recuerdo sus manos suavemente sobre mi piel, a mí sacándome la ropa un poco torpe, moviéndome sin saber qué hacer, buscando su cuerpo como pensé que se debía, haciéndonos un lío entre el lío que una carpa para dos personas te ofrece, el río de fondo y todo un campo que nos escondía de la realidad, del ajetreo, del mundo. No fue el mejor, no fue el peor, pero fue lejos lo que yo quería. Jamás había tenido tal confianza con alguien para mostarle mi cuerpo o contarle todo lo que le conté.



Al mes después de eso, le dije que lo quería, a los meses después que creía que me estaba enamorando de él y tiempo después que lo amaba. Nos fuimos a vivir juntos, éramos una familia y nos divorciamos, cual matrimonio dividiendo platos y cubiertos. Nos reencontramos y alargamos el amor que nos quedaba por demasiado tiempo. Nos despedimos en otra ciudad, de la peor forma y meses después volvimos a hablar. Ahora somos amigos, o algo así, porque el cariño que se crea con alguien no se va de la nada, no se va a ningún lado, se queda, a veces atascado dentro, a veces se libera y otras, se transforma.



Fue el amor de mi vida, o de esa vida y ha sido el hombre que me enseñó a amar y a chupar picos; a dejar de preocuparme tanto y comer alitas de pollo del KFC, a que las cosas no son como en las películas, pero que el cliché de "todo estará bien" es cierto, a disfrutar las sopaipillas, tomarme de la mano dentro de su chaqueta porque era un pololeo secreto y besarnos bajo la lluvia.

Después de nuestra separación/divorcio, después de haberme ido en un taxi a otra casa que jamás sería mi hogar y de preguntarle parada ahí, con la puerta del auto abierta "¿qué voy a hacer sin ti y qué harás tú sin mí?", vino la, oficialmente, soltería.


Un placer, M.

1 comentario:

  1. Puta que es tiernaaaa! Hahahah... su innolvidable primera vez en carpa situada en un río notable!
    Saludos Chica M.

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