martes, 3 de mayo de 2016

Sexo post relación.

(El amanecer del maraqueo)


Como todo/a quién haya tenido una relación más o menos larga sabrá, acostumbrarse al cuerpo y las formas de una persona pasa la cuenta cuando querís entrar al mundo del maraqueo de nuevo. Todo se siente nuevo y extraño (más para mí que sólo conocía un cuerpo ajeno al mío).

En una noche de ebriedad, porque una siempre hace cosas así (weás) cuando está ebria, como me dijo un amigo, estaba una compañera de la pega/"amiga", un compañero de la pega que se comía a mi amiga, la prima de mi amiga con su pinche y yo (foreveralone). Empezamos a tomar Bálticas en la micro, seguimos al bajaros de la micro esperando a los chiquillos y terminamos en la plaza cuma de algún lugar en el centro sur de Stgo. Seguimos bebiendo, las parejitas se pusieron cachondas y yo también. Saqué mi celular y le mandé un mensaje a alguien que sabía era culión seguro pero jamás nos habíamos visto.



¿Les cuento un secreto? Era un loco con el que había tenido conversaciones eróticas durante demasiado tiempo como para que nos viéramos y no pasara nada, pero todo ese tiempo había sido anónima. Lo elegí a él sólo porque estaba un poco aburrida y me gusta darle atención a gente que anda con penita como me gustaría que me la dieran a mí cuando ando en las mismas.

Nos vimos y caminamos por todo Busta hablando de conspiraciones. Nos sentamos y nos comimos, para romper el hielo, obvio. Seguimos caminando y fuimos a Salvador, pero habían muchos ratones así que fuimos al Fore (como si hubieran menos ratones ahí, já). Empezamos a culiar de pie contra una pared donde están los juegüitos, los ubican? kajs ahí, pero un flayte nos empezó a webear y rajamos. Eran tipin 4 de la mañana, caminábamos por el centro, yo ya no estaba tan ebria y él tenía el condón aún puesto. Decidí ir donde sabía había culión seguro: Cumming <3



Lo agarré, lo subí a una micro y llegamos al paraíso del culión pobre. Yo jamás había ido porque en mis años mozos sólo había ido a Marín u otro al que le teníamos cariño. Entramos al primero que vimos y él dijo "pucha tengo 5", lo miré con cara de odio y pagué. Me da lo mismo eso, pero no andaba con más plata y no suelto 15 lucas de una. Habían dos camas, tiramos en las dos. En las dos me dolieron sus huesos de las caderas, yo acostumbrada a culión con un gordito (washitorico) no sabía las pillerías del cuerpo (aún 1313). Él se fue cuatro veces, tres en la noche, una en la mañana, yo ninguna. Cuando fuimos al metro le digo que podríamos hacerlo de nuevo, pensando que no lo había deslumbrado pero que había estado bastante bien para ser mi primer maraqueo y luego de años de entrenamiento con mi ex. Me dijo: "estuvo piola, chao." PIOLA. Aún me duele el ego. ¿¡PIOLA CSMARE?! ¡Te chupé hasta el tuétano, gritaste, te remeciste y te fuiste CUATRO veces! Piola mis polainas. Y si esta fuera una serie gringa diría que no me llamó más.

(A todo esto, yo juraba que si me metía con alguien más se me iba a pasar el aweonamiento con mi ex, pero no pasó.)


Un placer, M.

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