viernes, 10 de junio de 2016

¿Qué pasó ayer?

(Bendito el don de no tener caña.)


(El lunes llegó el ex de mi vieja #ogro, el que resulta que respira y mueve toda la casa, habla y su voz resuena hasta timboctú y nos llevamos pésimo.

La cosa es que era sólo por la mañana del lunes, se quedó a dormir el lunes en la noche porque el sábado blá- se quedó a dormir el martes y se levanta a imponer susto cual #ogro cuatro veces en la noche. Se quedará hasta el sábado.)



Como yo no puedo hacer al respecto, hice algo con mi ser.
(¡Aleluya!)


Parte I


Estaba hablando con mi #follamigo y le respondía cortante para no agarrarla con la gente o la termino eliminando... ah- no- ese fue a mi ex ups. Le dije que quería puro salir de la casa y como él es el mejor, me invitó a vacilar donde un compañero y otro amigo de él.

Le dije que salía, agarré mis weás y me subí al primer bus que pude.
Conchesumadre este weón se cambió de casa, conchesumadre no sé dónde vive este weón, conchesumadre no tengo plata en el celu. Mi #follamigo me recargó el celu, pero como tenía 'prestaluca' quedé debiendo quina. Virgin me salvó la vida (Empresa culiá bacán weón, auspícienme tío Virgin.) prestándome 5 minutos para llamar gratis. ¡BIENCTMARE!

Cuando me subí al colectivo le di las indicaciones y quedó más perdido que yo, pero de alguna manera extraña, llegué. (Gracias luz divina)

#Follamigo estaba haciendo un trabajo y estaban chanchos, cerdos, horriblemente volaos. Me ofrecieron copete en botella individual y no pude menos que tomarla con el meñique levantado. Me ofrecieron droga e hice exactamente lo mismo. De un momento a otro empezaron con sus ñoñerías de la carrera y yo salí a fumarme un cigarro. Al segundo cigarro estaba en la luna, mirando la noche, cagá de frío, arriba del medidor del agua observando desde mi podio a los vecinos.



Desde la llegada del #ogro, no he comido ni una weá y entenderán qué pasó.

Recuerdo estar en el baño pensando muy sabiamente que debería vomitar para resucitar, eso es lo que haría Jisus en mi lugar, ¿no? #Follamigo gritando desde el otro lado de la puertaque no me quedara pegá, que nos fuéramos y yo giraba, o el resto giraba, pero todo giraba. Recuperé mi compostura (siempre digna) y nos fuimos.



No recuerdo bien qué pasó o cómo o no sé mucho de cuando llegamos a la casa del #follamigo. Recuerdo que entramos por un bosque y entre broma y webeo le digo: "no me vayay a descuartizar por fa", pero me urgí de verdad y no quería salir del auto. (M haciendo show). ¡Atróh, atróh, atróh!



Recuerdo que me obligó a comer (nanai), me hizo tecito y todo el asunto, pero no recuerdo cómo llegamos a besarnos, a sacarme los sostenes y guardarlos en la mochila porque, pensé en voz alta "así no se me pierden las cosas", tratando de sacarme los pantalones (cabras, jamás usen jeans pitillos con bototos militares, porque esas weás simplemente, en ese estado, no salen), que terminaron atascados en mis rodillas, y él metiéndome esos dedos maravillosos que posee mientas se lo mamaba.




Cuando me preguntó dónde quería dormir y pensé inmediatamente en su cama pal culión mañanero, pero no. Se quejó de que le quité todas las frazadas y se fue sin darme mi culión matutino.


Parte II

Como había quedado sola en su casa, me bajó la angustia, quería fumar y es que chiquillas/os, cuando se da paso a una de las adicciones que se tiene (alcohol, sexo, drogas), una se transforma. Registré toda la casa. Encontré un par de hojas y una pipa. Me dio la locura e hice algo que jamás hecho: intruseé.


Usé todo tipo de cremas, saqué un cigarro de quizá quién, me pinté con las pinturas de su vieja pa salir decente y traté de dejar todo como estaba, otro de mis dones. (Cuando me quedaba donde #V y su amiga salía, dormía en esa pieza y dejaba todo exactamente donde estaba. Jamás cachó nah.)




Era súper temprano y no quería volver a la casa a esa hora, además, estaba volá aún. Salí a un mirador, me fumé un cigarro (ando súper ansiosa y fumo como condenada) e hice deo.

En uno de los pueblos cumplí con uno de mis sueños de ebria: entrar a una cantina y beberme unos vasitos de vino con todo el garbo posible. Y así lo hice. Me senté, le dije: un vasito de vino por el amor de dioh, no mentira y cuando llevaba 3 me levanté al baño para inspeccionar mi estado. Cuando volví ya tenía servido el siguiente vaso, y así otros dos más, al sexto fui al baño a tener la misma reflexión de la noche anterior.



El barender, cuando salí, me preguntó si estaba bien y yo le dije, con toda indiferencia: "me estaba cambiando de ropa", con la chaqueta en la mano. "¿Cuánto es al final?" Hizo un movimiento negativo con su cabeza y me dijo: "Nada, váyase mejor."

Ahì estaba yo, en la ruta, haciendo deo, recién expulsada de un bar rancio por superar su ranciedad.




Me llevó un caballero con el que todo era muy incómodo. Me llevó un washititorico que venía escuchando Rage Against The Machine, pero a penas le hice ojitos me dijo que tenía familia y blá. Y al final una señora que poco le faltó dejarme en la puerta de mi amigo.


[Equis, es un weón que vive a unos pueblos del mío (sí po, si ya deberian saber que vivo en el sureh), pero se da tanto color pa juntarnos que siempre lo quiero mandar a la mierda, pero a la vez, es tan interesante y sexysensualwashitorico que no puedo dejar de hablarle (putalaweá).]


Llegué de sorpresa al pueblo de mi amigo. Mi celu no tenía batería y no tengo su número porque... se da colorsh. Le dejé mil mensajes en facebook pa que despertara y nada. Me urgí un poco, pero ese pueblo es tan hermoso que mandé todo a la mierda, le dejé mi teléfono y fui a buscar droga (¡la ansiedad pue niña!).



Dos guapos sureños me iban por el camino del dealer pero caché que me faltaba luca, los miré con cara de perrito desamparado y accedieron. Fuimos a una plaza y parece que uno de ellos se andaba autopaqueando así que se fueron luego, sin antes la promesa de un vino si nos volvíamos a ver esa misma tarde.



Yo, más livianita que una pluma, me fui a la playa. Pasé por debajo de unas maderas y llegué a un sector súper escondido. Me saqué la polera y en topless me puse a leer Millenium. Cuando siento que la marea es cada vez más y más fuerte putalaweá. Era un bote pesquero artesanal que vio toda mi humanidad. Me vestí lo más fugaz que pude y huí de ahí.

La marea efectivamente había subido, mucho, tanto que no tenía cómo pasar. Mis años de circo y otras tipos de acrobacias me ayudaron a encaramarme con mi inmensa mochila entre palos y rocas.




Después de todo eso, sólo fui al súper más cercano, obtuve cositas ricas y me fui bajoneando y durmiendo en el bus.






Un placer, M.

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