viernes, 1 de julio de 2016

#H

El profe.

Siempre he tenido un tema con las líneas de jerarquías. En volá porque mi vieja se hizo tan amiga de mi profe jefe en básica que nos íbamos de vacaciones a su casa. Así que cuando veía un/a profe, sólo veía un ser humano como yo. Esto me causó algunos atados y otros beneficios...

A #H lo conocí cuando me hacía clases en el preu. Hablaba del amor y la revolución y caí. Babeaba las tres primeras semanas hasta que decidí hacer algo. (Cabras, hace años que sigo la misma regla y si no fuera por ella no tendría tantas weás que contar -nielblog- y es HACER.)



Un día al final de la clase él estaba con un libro, se lo pedí prestado y nos quedamos conversando. Una cosa dio paso a la otra, nos agregamos a facebook y los coqueteos eran más y más intensos.

En el preu era bien de cabros chicos todo; me tiraba elásticos, se paseaba por mi puesto y me rayaba los cuadernos, ponía música que sabía que me gustaba cuando nos dejaba haciendo ensayos, me invitaba a almorzar, caminábamos toda su colación por los alrededores del preu, me llevaba a ver libros y tratábamos de toquetearnos cada vez que podíamos.




Como #H se demoró mucho, era mi profe, jamás iba a pasar nada, era una weá platónica blá... Me puse a pololear con #W. De hecho, le dije que me fuera a buscar un día (de puro mala de adentro que soy) y #H me dice en la noche por facebook que se había impactado un poco al verme con chiquillo (bienctmre).

Esto quedó en nada y al año siguiente me dice que yo le había gustado. Onda, gustado the real, que le pasaban weás conmigo y que se sentía como pendejo de quince baboso por mí. Csmare. Yo estaba casi casada ya con #W y lo dejamos ahí. Al año siguiente lo mismo y así...


Tres años después de haber salido del preu y tres años de coqueteo intenso, más mi soltería y nuestro retomar el joteo, decidimos vernos.


Nos juntamos afuera de Estación Mapocho y fuimos a comer a La Vega. Después, rodando llegamos a una banca en el Forestal y no nos aguantábamos las ganas. Pasaos a comida casera y con el calor de la jungla de cemento, nos agarramos a calugasos. Terminé arriba de él, como pareja cuma sin plata pa' motel, besándolo desenfrenadamente mientras el me mordía.. Le dije que para qué se iba a ir #1313, que nos fuéramos a otro lado #1313 pero tenía pega y se fue.


(Sonaba Regresa - Chico Trujillo)


A los días nos juntamos con toda la mala intención a tomar en Brasil. Llegó tarde, pero valió la pena la espera. Tomamos en un bar que conocía él y nos fuimos a pasear por Santiago. De la nada estábamos tomando bálticas en un callejón en bella, hablando sobre música y la vida. Este weón me gustaba más y más. Lo agarré y me lo llevé al motel favorito, que no falla. Dormimos en cucharita y fue terribl'e lindo.


Nos empezamos a juntar, pero cada vez menos. Él trabajaba casi 24/7 y no tenía nunca tiempo para mí. Pero me lo llevé a tirar a la pensión donde vivía. Recién me había conseguido unas razas poderosas y terminamos al ritmo de la música. Después de mis gritos, la sueca fue a cerciorarse si me estaban matando o me estaban matando... a cachas. Era tanta la insistencia que salí en toalla y el pobre adentro tapándose a media las presas. Esa fue la última vez.

Un día me decidí y dije: es ahora o nunca. (Era un deja vú de lo que me había pasado con #N, porque mi vida amorosa o lo que sea, es cíclica y me pasa lo mismo una y otra vez.) Quería verlo, pero él es un hombre muy ocupado y blá. Yo exijo tiempo po weón.

- Tengo que decirte algo #H.
- (Sus ojos se pusieron como huevos fritos)
- Mira... tú... pucha... me gustas.
-  ¿Cómo? ¿Qué dijiste? (Me miró con cara de deleite, porque había escuchado súper bien)
- Que me gustay weón oh.
- Y tú a mí.
- ¿En serio? (Igual cachaba que había onda, pero no lo creí hasta que me lo dijo.) Mira, tú me gustas, y quiero estar contigo, osea, más tiempo. Tranquilo, no te estoy pidiendo matrimonio ni pololeo ni nada, sólo pasar más tiempo contigo.

(Era la conversación calcada que había tenido años antes en el Fore con #N y su respuesta fue la misma.)



Me dijo que era difícil y blábláblá. Seguimos hablando, pero me daba rabia cada vez que me mandaba un mensaje diciendo que no podía juntarse conmigo y salía a correr una vuelta a la manzana. Cuando caché que ya tenía rutina de ejercicio, le dejé de hablar y traté de superarlo.


Aún me lo comería con papas fritas. Aún cuando fui a Stgo y estaba delasmonógamas con #R nos despedimos con un abrazo apretado que nos faltó puro mordernosyponernosatirarahímismo. Aún me manda mensajes diciendo que me veo rica y weás, pero ahora es sólo un recuerdo, una letra menos en el abecedario y una historia más para ustedes.


Un placer, M.

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