Continuación.
II
Preparé mis cosas y
fui a Valdivia. Había pasado más o menos un mes y me sentía cual
pastera buscando su pipazo. Me dolía la guata, me faltaba algo y
jamás había sentido esa sensación de mierda de necesitar tanto a
alguien. La odiaba, pero necesitaba más.
Su viejo vivía cerca deValdivia y podría aprovechar los pasajes. Me junté con #W,
le dije que esto llegaba hasta aquí. Me llevó droga y sólo pensaba
en compartirla con #R. Fumamos y dormimos. Dormimos por última vez
juntos, dormimos sin abrazarnos, sin cucharita, sin tocarnos, sin
movernos al mismo ritmo y me fui.
Su viejo vivía cerca de
Llegué a la casa
del viejo de #R y nos fuimos a vacacionar, me gané a su familia, a
su hermana chica (odio los/as niños/as, pero hice mi mejor
esfuerzo), a su viejo que es todo un personaje y sobre todo, me gané
a #R. Todo iba espectacular hasta que llegó un mensaje de #S, #R lo
ve y se va, sin decirme nada.
Ya sabía de su
existencia, y por lo mismo, fue peor.
Le expliqué que la relación con #S y con el resto del mundo no la quería cambiar, que estaba bien así, sólo culiando con él, pero eran mentiras tras mentiras. Mientras veía su rostro, sólo pensaba en lo mucho que me estaba encariñando y que quizá, debía dejar de huir. Llegamos a un acuerdo:
monogamia. Le dije que lo quería. Él ya me lo había dicho en mi
casa, dándome besitos pequeños en toda mi cara, diciéndolo una y
otra vez tras cada beso y yo sólo negaba con la cabeza diciéndole
idiota. Ahora la idiota era yo y lo quería.
Otra vez, nosotros
en un terminal, despidiéndonos por la ventana del bus y esperando
que pasara algo para que las placas tectónicas de la tierra juntaran
su ciudad con la mía y estuviéramos a una micro de distancia.
Debo admitir que (ayer) corrí lo más rápido que pude desde ahí.
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