Mala cuea.
Debería partir dejando en claro que no creo en la “suerte”, “los astros”, ni “el destino” mucho menos, pero quizá también deba dejar registro de que nací un martes 13, signifique lo que signifique.
El médico dijo que era de “buena suerte”, así que se programó mi nacimiento para ese día. A pesar de las súplicas de mi madre para nacer un día más ordinario como un miércoles 14, salí a regañadientes del vientre materno, sin llorar porque lo chora lo llevo desde siempre
1997
Recuerdo mi primer “amorsh” un poco borroso. Recuerdo sí cuando mi mamá invitó a todos los amiguitos de la cuadra y a mi vecino de al lado que me caía pésimo, pero me llevó chocolates y me encerré a comérmelos todos en la pieza mientras los invitados me esperaban para la torta. Ahí estaba yo, mañoseando porque había ido un niño que me caía mal, pero no el que en serio me gustaba. Era mayor que yo, su abuelita vendía huevos de campo, me iba a buscar para salir a jugar, pero nunca me pescó. A pesar de eso, las barras de chocolates, no me las quitó nadie.2000
Como mi mamá es más pasá de rollos que yo, y eso ya es harto, le creyó al pie de la letra a mi papá cuando le dijo un día de talla que había entregado mi alma al diablo, sí, exacto, a Satán alias el Coleflecha. A penas aprendí a leer, me metió a hacer la primera comunión y conocer a Jisus, pero yo conocí al primer mijitorico y caí en el camino del2003
Luego de cuatro años en un colegio de “señoritas”, cambié brutalmente a un colegio a medio construir en la periferia, mixto, en el que estuve dos años. Le lanzaba sillas a mis compañeros cuando me molestaban por los vellitos en las piernas, de los que aún noAhí mismo, conocí al Príncipe Felipe. Yo babeaba por Príncipe Felipe, lo seguía a todos lados en el colegio, era su llavero casi y le seguía en el amén a lo que él quisiera, secretamente esperando que me dijera un día que me besaría y por costumbre le diría que sí a ciegas. Pero a Príncipe Felipe no le gustaba yo, obvio. Yo le gustaba a su mejor amigo, el que me llevaba dulces y tropezaba cada vez que lo miraba fijo.
2006
Después de no haber aprendido nada en ese colegio, y tras largas noches de estudios más intensos que para cualquier PSU, entré a un liceo emblemático en el centro de señoritas (nuevamente). Ahí, además de liberar un poco mi lado lésbico, que aún para mi graduación seguía tímido, liberé hormonas con uno que otro2008
Al hombre-paloma lo conocí, lo besé y seguí con él por la esperanza que te da la inexperiencia. Me sentía como en unEse mismo año, y quizá a causa de lo mismo pasó todo lo que pasó con hombre-paloma, yo estaba enganchada de un oso. Él me daba la atención que le daba al resto, pero me enganché porque al más mínimo gesto de cariño,
2009
Era la época de msnSeguí así, con más de alguien en el camino, pero con miles de intentos fallidos. Entre tratando de forzarlo o sólo dejando que pasara, siempre resultaba mal y me rendí. Fue ahí, cuando estaba en mi último año en el liceo y conocí a #N. Con él, y todo lo que vino después, puedo decir que mi “suerte” cambió...
Un placer, M.
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